Hay numerosos artículos que circulan en la red sobre la imágen creada sobre los agentes de futbolistas, y como firmes defensores de esta profesión, queremos apuntar varias cosas al respecto.
A menudos se escuchan voces discordantes sobre la profesión de agentes de futbolistas, y esa mala imágen que se ha creado, es provocada por la mentalidad latina de no valorar correctamente a quienes consideramos prescindibles en el tráfico jurídico y económico. No apreciamos la labor realizado por un agente de fútbol hasta que llega el momento de abonar sus honorarios, tal y como sucede en otras profesiones como la de procurador, agente inmobiliario, abogados... A partir de ese instante todo son problemas y críticas, considerando que la actividad realizada no es necesaria, o cualificada, o proporcional a la compensación obtenida. Si los agentes de fútbol trabajan gratis, todos los jugadores tendrían un agente.
La utilización de los agentes de jugadores ha crecido de forma incontestable en nuestro país, tanto en el ámbito profesional como en el aficionado. Para un jugador de futbol profesional, no es lo más adecuado enfrentarse a su club en diferentes reuniones hasta obtener una mejora o renovación así como tampoco consideramos como la situación ideal que un futbolista se desplace a diferentes lugares de España o del mundo ofreciendo sus servicios o negociando su próximo contrato con otro club, entre otras cosas porque debe estar centrado en el desarrollo de su verdadera profesión, jugar y entrenar.
En el caso de los jugadores de fútbol aficionados, el contar con un profesional experto, conocedor de las distintas categorías del futbol y con contactos ya establecidos o con el
empuje y conocimientos para obtenerlos, ofrece muchas más garantías de posible proyección a jugadores de base o de regional que si tuvieran que realizar ellos mismos estas gestiones lo tendrían
mucho más difícil o en muchos casos imposible.
Además de la ya importante labor de promoción y posterior negociación, los agentes de futbolistas suelen prestar servicios muy valiosos a los jugadores y a los clubes, que no
siempre son valorados, conocidos o utilizados. Pongamos como ejemplo el asesoramiento fiscal una vez concretado y firmado un contrato del jugador con su club, en el cual, el jugador puede
percibir las cantidades pactadas de forma o en conceptos diferenciados. Para ello el agente debe conocer no solo las normas deportivas o laborales sino también fiscales y tributarias con el fin
de conseguir la máxima rentabilidad y seguridad para su representado.
En muchos casos los servicios prestados por el agente de fútbol incluyen la gestión para el jugador de:
• Contratos publicitarios y de imagen.
• Facilitarle asesoramiento jurídico
• Mantenerse en contacto con su club para procurarle mejoras contractuales.
• Estar alerta y atento a las evoluciones y necesidades del mercado por si fuera factible alguna operación de interés que beneficie al jugador y en muchos casos al club al que pertenece.
• Como consejeros y gestores del patrimonio de sus clientes.
Estos servicios prestados a los jugadores son una parte del trabajo que puede desarrollar un agente de fútbol. También los clubes requieren los servicios de los agentes de jugadores buscando no sólo asesoramiento o intermediación para la finalización de una operación de traspaso, sino también jugadores de determinadas características deportivas y económicas que sólo quien está introducido en el mercado y cuenta con los contactos oportunos puede conocer, contactar e incluso negociar para conseguir su contratación.
Con este abanico de servicios que un agente de fútbol puede ofrecer a su representado y que como vemos no está únicamente limitado a la negociación de un contrato, sucede en
algunos casos, la externalización hacia expertos en las distintas áreas que acabamos de citar, de los servicios ofrecidos.
Este hecho no elimina la responsabilidad del agente ante su representado, por lo que estamos ante una figura que debe mantenerse al día de los posibles cambios normativos y analizar las
interpretaciones jurisdiccionales y de los órganos de las federaciones deportivas, así como los Laudos del TAS, para no ocasionar problemas a su cliente.
¿Todavía crees que un agente de futbolistas no genera una labor indispensable y del que necesita estar totalmente formado, actualizado y con una conducta profesional impecable?
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